Este ave coloirdo vive en los bosques y sabanas subtropicales y tropicales de América del Sur, América central y México.
No presentan dimorfismo sexual, macho y hembra son aparentemente iguales. Viven principalmente en parejas monógamas que se aparean de por vida, aunque pueden congregarse en grupos para formar bandadas cuando buscan comida. Anidan en cavidades hechas por otras especies de las zonas altas de los árboles. Las hembras ponen de 2 a 3 huevos y los incuban durante 24 a 28 días. Una vez nacidos, tanto machos como hembras se ocuparán del cuidado y protección de los polluelos, aunque durante la primera semana será la hembra la única que los alimentará mediante la regurgitación. Pasado este tiempo el macho vuelve a contribuir en su alimentación y cuidado.
Su dieta se basa, principalmente, en semillas, frutas y nueces que rompen con sus fuertes picos. En ocasiones consumen arcilla, que les permite digerir las toxinas de las semillas inmaduras que pueden haber ingerido. Su alimentación influye en la dinámica de los bosques a través de la dispersión de semillas.
Sus principales amenazas son la degradación de su hábitat, la contaminación y el comercio ilegal de mascotas que lo han hecho desaparecer de muchas zonas de su rango de distribución. Está incluido en el apendice II del Convenio CITES, que regula el comercio de especies, dado que su mayor amenaza es el comercio, habiendo años en los que se han capturado más de 50.000 individuos salvajes para venderlos como mascotas.