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Cobo rojo

Área temática:  Reserva de los Lagos
Nombre científico:  Kobus leche
Clase:  Mamíferos
Continente:  África
Hábitat:  humedales o ríos someros de bosques y prados
Dieta:  estrictamente herbívoro, come hojas y frutos
Peso:  entre 50 y 135 kilos
Tamaño:  entre 90 y 110 cm de altura hasta la cruz
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El cobo rojo o antílope Lechwe (Kobus leche) es una especie de hábitos diurnos con preferencia por zonas de humedales, aunque también se encuentra en zonas de praderas abiertas o sabanas. Habita los principales humedales de Botsuana, Namibia, Angola y Zambia, y el sureste de la República Democrática del Congo, que la especie había ocupado históricamente, aunque sus zonas de distribución se han reducido durante el siglo XX. Se trata de una de las cinco subespecies de lechwe que existen, que cuentan con áreas de distribución diferentes entre sí.

Un antílope de hábitos sociales

De hábitos diurnos, el cobo rojo se reúne en manadas del mismo sexo que se mezclan durante la temporada de apareamiento, que tiene lugar en la estación lluviosa, de noviembre a febrero, de forma que las crías, tras una gestación de entre siete y ocho meses, nacen entre julio y septiembre.

El cobo rojo se caracteriza por su pelaje de tono dorado, con el vientre blanco y zonas negras en las patas delanteras, pecho y parte del cuerpo. Presenta un claro dimorfismo sexual o diferencia entre sexos: los machos cuentan con largos cuernos en espiral, además de ser más grandes y oscuros que las hembras.

Perfectamente preparado para la vida en los humedales

El cobo rojo cuenta con largas pezuñas que le permiten caminar en zonas pantanosas, donde se alimenta de plantas acuáticas o las hierbas de pradera de las zonas inundadas. Así, cumple una importante función ecológica al limpiar la zona y permitiendo el crecimiento de nueva vegetación.

Entre sus adaptaciones, su pelaje hidrófugo, repelente al agua, le ayuda a correr a gran velocidad, ya que habitualmente se adentra en el agua hasta que cubre sus rodillas para mantenerse a salvo de depredadores. Además, en caso de ataque, su huída se ve facilitada gracias a que sus patas traseras son más largas que las de otros antílopes, permitiendo carreras de larga distancia en suelos encharcados.

Estado de conservación
Extinta
Extinta en estado silvestre
En peligro crítico
En peligro
Vulnerable
Casi amenazada
Preocupación menor
Datos insuficientes
No evaluado

¿SABÍAS QUE...

las crías permanecen ocultas las primeras semanas de vida? Más adelante, se reúnen en pequeños grupos que son independientes de sus madres.
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Entrada online desde

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