Sus habitas se extienden por la región de Etiopía, en una amplia zona del centro-norte de África. La gran mayoría de especies de cálaos vuelan, las únicas que no lo hacen, los cálaos terrestres, son endémicos de África. Los cálaos tienen picos largos y descoloridos. Existen dos especies de cálaos terrestres el cálao terrestre norteño o cálao abisinio y el cálao terrestre sureño. Ambos se adaptan perfectamente para vivir en el suelo en lugar de la vida arbórea.
El dimorfismo sexual es evidente, el macho tiene una coloración roja continua en la cara y el cuello, mientras que la hembra tiene una coloración azul en la garganta. Ambos poseen una gran visión y tienen pestañas largas para ayudar a mantener la suciedad y la luz solar fuera de sus ojos.
Vive en grupos sociales de dos a ocho individuos, dentro de cada uno de estos pequeños grupos se elige un par dominante (alfa) de aves tanto macho como hembra, en función de su tamaño y edad, que serán los únicos que tengan descendencia y el resto de la bandada sirven como aves auxiliares. Anidan en huecos de árboles o acantilados. La puesta consta de 1 a 3 huevos y la eclosión tiene lugar entre 37 y 43 días después. Muestran reproducción cooperativa, el macho y otros cálaos del grupo proporcionan alimento a la hembra que incuba y una vez que los polluelos nacen, las crías reciben el cuidado de los padres y del resto de las aves de la bandada.
La vida en el suelo tiene su parte negativa aquí los cálaos son más vulnerables a los ataques de grandes depredadores como pueden ser leopardos y cocodrilos. Sus crías son las más vulnerables a estos ataques. Como sucede con otras especies otra de las amezas de este ave es la destrucción de su habitat.