Originaria de la región Mediterránea, la encina es el árbol más característico de España. Mide de 8 a 12 m y tiene una copa amplia, densa y redonda. Sus hojas perennes presentan un haz áspero y de color oscuro, mientras que su envés es blanco con vellosidades. Las hojas no son espinosas, pero tienen el borde dentado.
Su fruto, la bellota, es comestible tanto para el aprovechamiento ganadero como para el consumo humano.